GRACIAS, RAMONA.
Llevaba seis años en el cargo. Se sentía cansada, casi “quemada”. Todos sabemos que ese tipo de responsabilidad lleva consigo la satisfacción de hacer algo por los demás, del deber cumplido, pero también los “resquemores” de no siempre sentirse comprendido, de no siempre sentirse apoyado plenamente en la lucha por la consecución de los objetivos que, con ilusión, uno se propone. Un pueblo avanza cuando todos, unidos, miran en una misma dirección, con objetivos claros y unidad de esfuerzo para alcanzarlos.
Ramona lo ha conseguido, con dificultades, con esfuerzo, con incomprensiones, a lo mejor con algún error; pero lo ha conseguido:
Ha conseguido que el Ayuntamiento de Pola se enterara de que Piñera existe y tiene necesidades como los demás pueblos del Concejo.
Ha conseguido que las personas mayores, las más limitadas, las más débiles, las más indefensas, sintieran la proximidad, el cariño y arropamiento de los vecinos.
Ha conseguido que los fines de semana todo el mundo, de dentro y fuera del pueblo, se sienta a gusto, relajado, compartiendo ideas, sentimientos, tomando un mosto, o vino, o agua…, jugando al “tute”, a “la subasta”, al “parchís”, a “la lotería”… hasta altas horas de la noche.
Ha conseguido mejoras materiales para la escuela –“Centro Social” y sede de la “Asociación Santa Lucía”- entre las que destaca la obra de cobertura del patio, para que el mal tiempo no interrumpa las fiestas y demás actividades que en ella se realizan: “antroxu”, “concurso de postres asturianos”, “juegos infantiles”, “cenas de vecinos”, “amagüestu”, “fiestas de Santa Lucía, S. Juan”, etc.
Ramona ha estado siempre presente, peleona, defendiendo a sus vecinos, en los momentos de conflicto, como cuando se hablaba de trasladar de Campomanes a Pola al médico de guardia, o cuando nos hemos sentido afectados por las obras de Red Eléctrica o de la“Variante”...
Y todo ello se ha conseguido también gracias al apoyo de otras personas no menos entusiastas, como Fredo (de ánimo incombustible), Charo su mujer, Aquilino, Julita, Miguel, Ana etc., y, cómo no, Ánxel, el gran animador y organizador de las fiestas, además de flamante “Secretario”. Y también (no os enfadéis) gracias a la colaboración de los vecinos de buena voluntad, que, con su esfuerzo y ánimo, participan en las “sextaferias” y demás obras a realizar. Aunque, cuando se trata de renovar la “directiva”, todos digan “no valemos para cargos”, todos arriman el hombro; sin ese apoyo no sería posible avanzar. Hasta la Televisión del Principado ha querido grabar el esfuerzo y tesón de los vecinos de Piñera.
A Ramona la ha sustituido Gumersindo Álvarez. Estoy seguro de que pondrá al servicio del pueblo todas sus cualidades de gestión y organización. Ramona no ha querido desligarse de responsabilidades. Ha pedido ser “vocal” para los temas relacionados con la “tercera edad”. Su vocación de entrega a los más necesitados sigue ardiendo con fuerza dentro de ella. Que tome nota el alcalde de Pola de Lena. Sería una buena “Concejala para Asuntos Sociales”.
José Luis Suárez
Madrid
Llevaba seis años en el cargo. Se sentía cansada, casi “quemada”. Todos sabemos que ese tipo de responsabilidad lleva consigo la satisfacción de hacer algo por los demás, del deber cumplido, pero también los “resquemores” de no siempre sentirse comprendido, de no siempre sentirse apoyado plenamente en la lucha por la consecución de los objetivos que, con ilusión, uno se propone. Un pueblo avanza cuando todos, unidos, miran en una misma dirección, con objetivos claros y unidad de esfuerzo para alcanzarlos.
Ramona lo ha conseguido, con dificultades, con esfuerzo, con incomprensiones, a lo mejor con algún error; pero lo ha conseguido:
Ha conseguido que el Ayuntamiento de Pola se enterara de que Piñera existe y tiene necesidades como los demás pueblos del Concejo.
Ha conseguido que las personas mayores, las más limitadas, las más débiles, las más indefensas, sintieran la proximidad, el cariño y arropamiento de los vecinos.
Ha conseguido que los fines de semana todo el mundo, de dentro y fuera del pueblo, se sienta a gusto, relajado, compartiendo ideas, sentimientos, tomando un mosto, o vino, o agua…, jugando al “tute”, a “la subasta”, al “parchís”, a “la lotería”… hasta altas horas de la noche.
Ha conseguido mejoras materiales para la escuela –“Centro Social” y sede de la “Asociación Santa Lucía”- entre las que destaca la obra de cobertura del patio, para que el mal tiempo no interrumpa las fiestas y demás actividades que en ella se realizan: “antroxu”, “concurso de postres asturianos”, “juegos infantiles”, “cenas de vecinos”, “amagüestu”, “fiestas de Santa Lucía, S. Juan”, etc.
Ramona ha estado siempre presente, peleona, defendiendo a sus vecinos, en los momentos de conflicto, como cuando se hablaba de trasladar de Campomanes a Pola al médico de guardia, o cuando nos hemos sentido afectados por las obras de Red Eléctrica o de la“Variante”...
Y todo ello se ha conseguido también gracias al apoyo de otras personas no menos entusiastas, como Fredo (de ánimo incombustible), Charo su mujer, Aquilino, Julita, Miguel, Ana etc., y, cómo no, Ánxel, el gran animador y organizador de las fiestas, además de flamante “Secretario”. Y también (no os enfadéis) gracias a la colaboración de los vecinos de buena voluntad, que, con su esfuerzo y ánimo, participan en las “sextaferias” y demás obras a realizar. Aunque, cuando se trata de renovar la “directiva”, todos digan “no valemos para cargos”, todos arriman el hombro; sin ese apoyo no sería posible avanzar. Hasta la Televisión del Principado ha querido grabar el esfuerzo y tesón de los vecinos de Piñera.
A Ramona la ha sustituido Gumersindo Álvarez. Estoy seguro de que pondrá al servicio del pueblo todas sus cualidades de gestión y organización. Ramona no ha querido desligarse de responsabilidades. Ha pedido ser “vocal” para los temas relacionados con la “tercera edad”. Su vocación de entrega a los más necesitados sigue ardiendo con fuerza dentro de ella. Que tome nota el alcalde de Pola de Lena. Sería una buena “Concejala para Asuntos Sociales”.
José Luis Suárez
Madrid