26/11/12

A MI TIU ANTON



                             
Vaya semana que estamos teniendo ¡¡¡ Esperemos que el destino de la vida nos conceda un descanso, diría yo, ya merecido.
Una semana llena de emociones, con muchos sentimientos y varias reflexiones. Si empecé la semana con el entierro de Severina la seguí visitando a mi tío Antón en el Sanatorio de Murias. Que pena, que dolor ¡¡ 
Con ese cuadro clínico tan conocido en el mundo de la minería; una silicosis que estaba pasando su factura y un personaje quien, como no, hasta el último momento expuso ese don que le caracterizaba... " Estoy mal pero tengo que aguantar hasta el día 15 pa cobrar la paga extra " No pudo ser. 
He tenido la suerte de poder despedirme de él con alegría y dolor; alegría de estar a su lado, compartir algunos de sus últimos momentos de vida con esa chispa de humor que siempre le ha caracterizado; dolor al observar lo que estaba sufriendo y teniendo en cuenta que sería un proceso irreversible, como así fué. 
No hace mucho que nos fuimos a comer al Reundu mi tiu Antón, mi hermano Felipe y yo. Me gusto; lo disfruté mucho; si por separado ya son personajes con los que te lo pasas bien, cuando se juntaban tenías el espectáculo asegurado. 
No todo fueron risas; hubo momentos para hacer un recuerdo a vecinos, compañeros de trabajo, a los que el grisú se los llevó muy jóvenes. Ese es un recuerdo, penoso, que me ha acompañado toda la vía: Sentado en el murete del portal de Nélida por donde iban desfilando aquellos que habían estando en la mina de Carraluz, yo diría más que mina ... corredor de la muerte. 
Se emocionaba cuando recordábamos a Cuesta, Audelo, Conrado, Adriano, etc. etc., Antón era muy consciente del privilegio que tenía al haber llegado a los ochenta y seis años con una calidad de vida muy apreciada. 
Nada descubro al manifestar que se nos ha ido un hombre muy sensible, cariñoso, buena persona y sobre todo con un gran sentido del humor que le ha acompañado toda su vida. Este es el legajo con el que yo me quedo.
Un fuerte abrazo  

20/11/12

Ausencias

Hacía tanto tiempo que no entraba en el blog que ya no recordaba ni las contraseñas. Hoy, casualmente, he entrado a mirar las fotos que colgó Luciano el año pasado, cuando Severina cumplió los 100. Entré precisamente por eso, por ver fotografías, por ver otra vez la imagen de Seve, la imagen de una persona a la que conocí siempre, a la que todos nosotros conocimos siempre, es lo que tiene vivir más de un siglo... Ayer, a causa del trabajo, no me pude despedir de ella. Me despido aquí recordándola a ella y acordándome de su hermana María, la güela de Míriam. Con ellas dos y con Luz pasé yo muy buenos momentos, apuntando las anécdotas que me contaban. No sé cómo me arreglé pero ya no tengo esas cintas con sus palabras, con sus recuerdos, con los recuerdos de nuestro pueblo. Ellas eran, y son, historia viva. Es triste perder a la gente que estuvo siempre a nuestro lado, sin duda, pero creo que lo importante es recordar los buenos momentos y Severina nos dio muchos. Ella era una mujer alegre, a la que le gustaba la fiesta y el baile. Así quiero recordarla.
Para terminar quiero dar las gracias a Luciano por añadir cosas a este blog que estaba casi acabado. El ver su contribución me anima a seguir escribiendo aquí de vez en cuando. Un saludo a todos y nos vemos por Piñera.